Es
un término que recientemente se está utilizando por los economistas de la zona
euro; este consiste en un periodo sostenido de una inflación ultra baja, aunque
en alza, tiene toda la potencia de destruir la producción, lesionar la contratación
y revivir recuerdos de la crisis fiscal reciente
(Zona Europea), afectando a los gobiernos para pagar su deuda.